Si bien el deporte en general se mueve en la sociedad por gran cantidad de factores como la economía, la costumbre, religioso, presión social, política e ideológica; hay una realidad y es que el fútbol femenino crece constantemente y el proceso de profesionalización continúa. Aunque todavía están comparativamente menos disponibles que para los hombres, los datos sobre el perfil demográfico de las jugadoras son ahora más accesibles para las mujeres. 

El brillante informe que nos brinda el CIES (Centro Internacional de Estudios del Deporte) analiza la composición de 223 equipos de 19 ligas de todo el mundo: 14 europeas y 5 no europeas.

Los datos presentados se refieren a las temporadas 2023/24 o 2024, en función del calendario de competición. La muestra incluye a todos los futbolistas de la primera plantilla de los clubes de las ligas encuestadas, independientemente de su tiempo de juego. El análisis se centra en la edad y la presencia de jugadores expatriados, es decir, futbolistas que juegan fuera de la asociación donde crecieron y que abandonaron por motivos futbolísticos.

En lo que se refiere a la edad es claro que de las 19 ligas analizadas con un promedio de 25,2 años, en los clubes del norte de europa hay más jugadoras jóvenes que en Brasil o USA por ejemplo que juegan mujeres más adultas. Además es asombroso comparar la cantidad de minutos jugados en relación de la edad mostrando una predominante utilización de jóvenes entre 22-25 años. Les dejamos algunos gráficos debajo. 

Si nos vamos a los clubes, la edad media sobre el césped oscila entre los 29,7 años del Zvezda Perm ruso y los 20,0 años del PEC Zwolle holandés. Tres clubes brasileños se encuentran entre los cinco más antiguos (Santos, Real Brasilia y Flamengo), lo que refleja la reticencia de los equipos de este país a dar una oportunidad a los jugadores jóvenes. Por el contrario, cuatro clubes finlandeses figuran entre los diez más jóvenes, lo que refleja un fuerte deseo de promover talentos emergentes.

Análisis de expatriados

Al igual que ocurre con los hombres, el número de mujeres que juegan fuera de la asociación donde crecieron sigue aumentando. En total, en mayo de 2024, había nada menos que 1.320 futbolistas expatriados en las 19 ligas analizadas, lo que representa el 23,2% de las plantillas. Los 12 clubes de la Superliga femenina inglesa tenían en sus filas un récord de 181 jugadoras criadas en una federación extranjera (15,1 por club).

En conjunto, los expatriados disputaron el 28,4% de los minutos, con grandes diferencias entre competiciones. Las futbolistas importadas del extranjero disputaron la mayoría de los minutos en la Superliga femenina de Inglaterra (61,3%) y en la Serie A de Italia (50,7%). También es destacable el porcentaje medido en la Premier League femenina saudí (37,8%). Por el contrario, las mujeres expatriadas son muy raras en Japón, Finlandia, los Países Bajos o Brasil.

Las mujeres expatriadas jugaron la mayoría de los minutos de liga en 32 de los 223 clubes encuestados. Las cifras más altas las registraron dos equipos ingleses (Everton y West Ham United), seguidos de dos clubes suizos (Basel y Servette Chênois). Entre los equipos están representadas diez ligas diferentes en las que futbolistas importados del extranjero disputaron más del 50% del total de minutos.

Dejando de lado estos datos y observando en ligas de desarrollo previamente a integrarse al profesionalismo, tenemos el ejemplo de Hercules FC de Gibraltar, este club nuevo tiene una particularidad, tienen un alto porcentaje de expatriadas por necesidad lógica de los factores demográficos y geográficos de Gibraltar. Es el primer club en el país que se esforzó en adaptar jugadoras profesionales extranjeras con jugadoras en formación para que conozcan el nivel de competencia, costumbres, hábitos de atletas, preparación, nutrición y demás. 

Los jugadores estadounidenses son, con diferencia, los más presentes en el extranjero (159 en 17 de las 19 ligas cubiertas), seguidos de los canadienses y los suecos (60 en ambos casos, en 13 ligas diferentes para los primeros y 11 para los segundos). En total, entre los expatriados están representadas no menos de 97 asociaciones nacionales, lo que atestigua un proceso de globalización que ya está en marcha.

Conclusión

El desarrollo global del fútbol femenino continúa a buen ritmo, como lo demuestra el aumento del flujo internacional de jugadoras. Sin embargo, todavía existen grandes diferencias entre las ligas. Los clubes en competiciones financieramente más fuertes tienden a depender de jugadores más experimentados, así como de más futbolistas importados del extranjero.

Este es particularmente el caso de la Superliga femenina de Inglaterra, donde los equipos jugaron con futbolistas de 28,8 años de edad en promedio (la tercera cifra más alta entre las 19 ligas cubiertas), y donde los expatriados jugaron el 61,3% del total de minutos (la cifra más alta en general). La Serie A italiana sigue un patrón similar, al igual que la NWSL estadounidense en términos de edad (26,9 años), pero con cifras mucho más bajas para los expatriados (26,8% de los minutos).

En cuanto a los principales orígenes de los expatriados, con 159 futbolistas jugando en el extranjero en las ligas estudiadas, Estados Unidos confirma su liderazgo en este campo. También emigran en gran número canadienses y suecos (60 expatriados en ambos casos). La amplia diversidad de orígenes (97 nacionalidades) atestigua la expansión geográfica del fútbol femenino.

Si vamos al análisis de liga en formación de fútbol femenino, como el caso de Hercules FC de Gibraltar. Observamos una integración de expatriados y una dispar utilización de las edades entre 50 y 14 años, situación atípica pero comprensible en un país tan pequeño demográfica y geográficamente para crear ligas competitivas. Pero la globalización empuja a su desarrollo y jugadoras de cierta experiencia de Suecia, España, Inglaterra, Irlanda, Colombia, Argentina y Gibraltar, integran a las más jóvenes locales para su formación y posterior convocatoria a la Selección Nacional.