Deportes y pasión. Una forma de vivir.
Sin duda el cambio en la cultura deportiva de los habitantes del planeta en el último siglo muestra un avance significativo de las actividades físicas que hacen al atleta expresarse en todos sus aspectos, ya sea emocional, social, psicológico y competitivo.
Pero que nos moviliza a hacer deporte y a competir. Si bien hay muchas actividades recreacionales siempre se manifiesta el espíritu de competencia y eso se mueve en base a la motivación. El cambio generacional con el amplio acceso a información deja en claro el nuevo desafío de los educadores, el ejemplo alrededor del creciemiento ha cambiado.
Los desafíos personales muchas veces nos motivan por situaciones difíciles que la vida nos presenta, ya sea pérdidas o problemas familiares actuales o de la infancia, vivencias de pareja, relaciones laborales, o simplemente etapas de crecimiento personal y profesional. Estos desafíos a través del deporte nos hace superarnos, crecer como persona, expresar los valores que fueron influenciados desde la infancia en el entorno familiar.
Es así, como un deportista se anima a tomar decisiones con muy poca edad, en muchos casos se madura en el deporte de competencia ya sea profesional o amateur, se enfrenta a situación que debe decidir por si mismo por primera vez por propia voluntad. El futbolista que se anima a romper el esquema y se atreve a intentar a buscar un gol en un partido cerrado, ser protagonista todo el tiempo y comprometido con el juego. El atleta que corre cada día y se desafía a bajar los tiempos y superar sus marcas. El tenista que está atrapado en una crisis mental y logra sobreponerse, liberarse y mostrar toda su habilidad. El deporte en este caso actúa como un canal de expresión de una manera de vivir.
Sin duda podemos identificar el deporte como una terapia de control de estrés, ansiedad, tensión, nervios, miedos, autoestima, lección de humildad, conductas de humanidad y solidaridad, … Todas estas y más características se valoran inevitablemente a través del sacrificio, esfuerzo, disciplina y perseverancia. La mayoría de las veces se conoce el éxito pero no se muestra el sacrificio que conlleva manteniendo una fortaleza mental capaz de mantener un cuidado personal, nutricional, de entrenamiento, superar el rendimiento cada dia, el sacrificio de la familia o entorno de apoyo. El objetivo que nos mueve a lograr el éxito. Esto puede verse como el sueño de ganar una copa del mundo o hacer actividad física para controlar una enfermedad como diabetes, hipertensión, etc.
Si recordamos que la historia del deporte comienza con la necesidad de la raza humana de correr, buscar alimento, protegerse o cazar, esas actividades físicas han ido evolucionando hasta unas disciplinas deportivas reguladas y organizadas que son las que imperan en la actualidad. Se pasaron por deportes extremos donde incluso se juegan la vida misma los luchadores.
Hoy el hábito saludable de hacer deporte y con el gran cambio del acceso tecnológico a la información hace que la salud personal y alimenticia sea parte de una rutina que copian muchos más habitantes de la tierra aumentando las expectativas de vida del ser humano, logrando una mejor calidad de vida que en los años 776 AC cuando en la antigua Grecia se festejaban los primeros Juegos Olímpicos para pacificar al población de la crisis política de la época.
Hoy el grado de concientización es mucho mayor y la producción de la industria del deporte estimula inevitablemente a su práctica.
Los ídolos nos motivan, el fanatismo, eso que soñamos ser, ese equipo que vas a alentar, esas expresiones que liberas ya sea practicando deporte o compitiendo o ir a un espectáculo deportivo, eso que nos moviliza y nos motiva, visto de una manera sana, es salud, es vida…
Pero que nos moviliza a hacer deporte y a competir. Si bien hay muchas actividades recreacionales siempre se manifiesta el espíritu de competencia y eso se mueve en base a la motivación. El cambio generacional con el amplio acceso a información deja en claro el nuevo desafío de los educadores, el ejemplo alrededor del creciemiento ha cambiado.